CRITICA: UN VIAJE DE DIEZ METROS

Amor y felicidad a raudales...



Título original: The Hundred-foot Journey

Director: Lasse Hallström
Guión: Steven Knight
Música: A.R. Rahman
Fotografía: Linus Sandgren
Reparto: Helen Mirren, Manish Dayal, Charlotte Le Bon, Juhi Chawla, Om Puri, Rohan Chand
Productora: Participant Media, Dreamworks
Duración: 122 min.
Nacionalidad: Estados Unidos



Estamos ante una de esas películas agradables a la vista, entretenidas y disfrutables para cualquier tarde. Lasse Hallström vuelve a sus andadas con una película más para su filmografía extensa y llena de "Happy ends". "Un viaje de diez metros" (The hundred-foot journey, 2014) es hipervitaminada y sobreexpresiva. Es una alegría vista a cada momento, cada plano expulsa cariño, felicidad, ternura, amor y calidez. Los colores como la ambientación cumple con su querido cometido. "Un viaje de diez metros" cuenta la historia de una familia hindú que después de vivir durante años en Londres deciden viajar a los Alpes franceses para abrir su restaurante. Allí deciden abrirlo enfrente de un lujoso restaurante con estrella michelin. Desde ese momento, comienza la lucha por la supremacía hacía la mejor comida del mundo...


A base de exquisitos manjares, paisajes bellos y hermosos y actuaciones sin tener pizca de maldades, se nutre esta película. Bella y deleznable. Sutil y hermosa. La fotografía de toda ella es colorida, divertida, extensa y poco realista. Sobretodo, poco realista. La película en sí, como su montaje, su diseño de producción o su dirección son muy fantasiosa, muy soñadora, muy "poco realista"... Pero esto no peca de ser una película agradable, entretenida y fabulosa. Si quieres ser un mazapán pastelero esto no es lo tuyo, pero si quieres ser un chef culinario extraordinario copia su trabajo...


Lasse Hallström ha convivido toda su vida con películas de estas características, desde "Las normas de la casa de sidra" (The Cider House Rules, 1999) o "Chocolat" (Idem, 2000) hasta "Hachiko" (Idem, 2009) o "Un lugar donde refugiarse" (Safe Haven, 2013), por lo que hace ya, ser un director empalagoso. Vive del drama y la comedia ligera, pero ya es hora, de que pegue media vuelta y sucumbe en otros géneros. "Una vida de diez metros" no cumple estas expectativas, pero si es una más para su querida y brillante aunque cansina y repetitiva filmografía.


Los actores cumple con su trabajo, están a todo momento atentos a la dirección de Lasse Hallström, pero tienen un pequeño problema, no consiguen demostrar más potencial del que tienen, si es que lo tienen... Las actuaciones son cumplidoras y sin sobresaltos; pero para una película de estas características, romántica, agradable, exquisita y culinaria no hace falta ser alguien sobrehumano. Viva la comida, viva la comedia, viva el amor, VIVA LA VIDA!!!! C'EST FRANCE!!!

NOTA CINE OCULTO: 6/10

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