CRITICA: LA ISLA MINIMA

La simbología del fascismo...


Título: La isla mínima
Director: Alberto Rodríguez
Guión: Alberto Rodríguez, Rafael Cobos
Música: Julio de la Rosa
Fotografía: Álex Catalán
Reparto: Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez, Nerea Barros, Antonio de la Torre, Jesús Castro
Productora: Atresmedia cine
Duración 105 min
Nacionalidad: España





Tenemos que estar en de acuerdo que el cine español está decaído y sólo podemos solventar nuestra crisis a base de taquillazos con poca calidad cinematográfica o pequeñas obras maestras que reflejan la gran espectacularidad que tienen muchísimos cineastas en España. "La isla mínima" (Idem, Alberto Rodríguez, 2014) es una de esas pequeñas obras maestras que nos deleita la gran cantidad de técnicos y amantes del cine que viven en esta península difícil de apoyar a un cine emergente, espectacular e increíblemente fantástico. Alberto Rodriguez nos muestra con diversas lecturas la historia de España mediante un asesino en serie y los dos detectives que le buscan... Narra la historia de dos detectives, uno demócrata y otro franquista que son mandados a un pueblo de Andalucía a investigar la desaparición de dos chicas adolescentes. En una comunidad que vive del pasado y que esconden muchos secretos, tendrán que hacer frente al asesino...


"La isla mínima" tiene ese cáliz que muchas películas españolas pierden en el metraje. La tensión, el desasosiego, el drama y la ternura son elementos fundamentales para mantener al espectador donde triunfa "La isla mínima", y que en todo momento llega a demostrar esas expectativas, esas ideas. Se convierte en un pasatiempo inteligente, feroz y elegante. La historia está tan bien entrelazada en el guión, que subyace a muchas ideas intimas y máximas para enganchar al público con tan sólo disfrutar de cada segundo. Las diferentes lecturas nutren al espectador y consigue que ningún individuo sienta una idea translúcida. "La isla mínima" es, sin duda alguna, una de las revelaciones del año.


Un thriller asombroso, tenso y apasionante, donde los dos detectives, Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez están esplendidos. Con tan sólo observar las miradas de cada uno, el espectador es capaz de leer entre líneas, de ser absorbido por la historia, de entrar en ella y no salir y de ver desde sus ojos, esas marismas, esos flamencos que nos transmite una asfixia y una pérdida total de nuestros sentidos. Los dos actores se encuentran impecables a todo momento dándonos al público, un cine negro exquisito. Sus actuaciones son de admirar y de estudiar.

No hay que dejar de lado en ningún momento la gran dirección de Alberto Rodriguez, de quien es capaz de llevarnos a donde él quiere, como él quiere y qué quiere que veamos. Una delicia para este cine español en capa caída que poco a poco sale del pozo, a base de calidad, maestría y sin duda alguna, ganas. Magnífica dirección de arte y por no decir de la fotografía de Álex Catalán. Su juego de luces con frío y calor, las sombras marcadas y el juego de planos trillados hacen maravillas para el espectador.


Lo que más sorprende de "La isla mínima", es su intención de beber de películas como "Seven" (Se7en, David Fincher, 1995), "El silencio de los corderos" (The silence of the lambs, Jonathan Denme, 1991) o incluso para más inri, "Resurrección" (Resurrection, Russell Mucahy, 1999). La simbología, la filosofía, la historia, la política y todos los elementos desde el cielo hasta el suelo cobran sentido a todo el guión, llena de calidad y virtuosismo durante los 105 minutos de duración. Conlleva a una grandilocuente película. ¿Y en qué puede pecar "La isla mínima"? En un cierto punto del guión al que puede llegar a ser algo pesado..., pero que sin duda, nunca te deja respirar. La gran triunfadora del cine español. "La isla mínima".

NOTA CINE OCULTO: 9/10

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